Imparare dalla sua evoluzione. Un saluto a papa Benedetto

La Chiesa nel suo insieme, ed i Pastori in essa, come Cristo devono mettersi in cammino, per condurre gli uomini fuori dal deserto, verso il luogo della vita, verso l’amicizia con il Figlio di Dio, verso Colui che ci dona la vita, la vita in pienezza. (Omelia per l’inizio del ministero petrino del vescovo di Roma, 24 aprile 2005) 

“Orbene: è proprio su questo punto, che intende far leva l’intento prefissosi dal presente libro; esso si propone di aiutare a far comprendere in maniera nuova la fede, presentandola come agevolazione all’autentico vivere umano nel nostro mondo odierno, spiegandola ed interpretandola, senza per altro degradarne la consistenza monetaria ad un vacuo chiacchierìo che stenta faticosamente a mascherare un totale vuoto spirituale”

(J. Ratzinger, Introduzione al cristianesimo. Lezioni sul simbolo apostolico, Queriniana, Brescia 1969 [1968], 8).

“come si presenterà la chiesa nel duemila?
Essa si presenterà in modo molto più accentuato di un tempo come la comunità della libera volontà, cui si può accedere solo per il tramite di una decisione. Essa come piccola comunità solleciterà molto più fortemente l’iniziativa dei suoi singoli membri. Certamente essa conoscerà anche nuove forme di ministero e ordinerà sacerdoti dei cristiani provati, che esercitano una professione: in molte delle comunità più piccole e in gruppi sociali omogenei la cura d’anime sarà normalmente esercitata in questo modo. Ma accanto a queste forme sarà indispensabile la figura principale del prete, che esercita il ministero come lo ha fatto finora. Ma, nonostante tutti questi cambiamenti che si possono presumere, la chiesa troverà di nuovo e con tutta l’energia ciò che le è essenziale, ciò che è sempre stato il suo centro: la fede nel Dio unitrino, in Gesù Cristo, il Figlio di Dio fattosi uomo, nell’assistenza dello Spirito, che durerà fino alla fine. Essa riconoscerà di nuovo nella fede e nella preghiera il suo proprio centro e sperimenterà di nuovo i sacramenti come servizio divino e non come un problema di struttura liturgica. Sarà una chiesa interiorizzata, che non mena vanto del suo mandato politico e non flirta né con la sinistra né con la destra. Essa farà questo con fatica. Il processo infatti della cristallizzazione e della chiarificazione le costerà anche talune buone forze. La renderà povera”

(J. Ratzinger, Fede e futuro, Queriniana, Brescia 2005 [1970, 115]

E l’altro?
L’altro consiste nel fatto che proprio la scienza dal canto suo riconosce i propri limiti, molti scienziati oggi affermano che l’insieme delle cose da qualche parte deve pure essere giunto, e che dunque dobbiamo porre di nuovo questa domanda. Con ciò si sviluppa una nuova comprensione del religioso; non come fenomeno mitologico, di natura arcaica, bensì come scaturente dall’intimo rapporto con il Logos: cioè così come il Vangelo in realtà ha voluto ed annunciato la fede.
Ma come detto, in questo grande contesto la religiosità deve rigenerarsi e trovare così nuove forme espressive e di comprensione. L’uomo di oggi non capisce più immediatamente che il Sangue di Cristo sulla Croce è stato versato in espiazione dei nostri peccati. Sono formule grandi e vere, e che tuttavia non trovano più posto nella nostra forma mentis e nella nostra immagine del mondo; che devono essere per così dire tradotte e comprese in modo nuovo. Dobbiamo nuovamente capire, ad esempio, che il concetto di male ha davvero bisogno di essere riconcepito. Non lo si può mettere semplicemente da un canto o dimenticarlo. Deve essere riconcepito e trasformato dal suo interno.
Che significa?
Significa che veramente viviamo in un’epoca nella quale è necessaria una nuova evangelizzazione; un’epoca nella quale l’unico Vangelo deve essere annunciato nella sua razionalità grande ed immutata, ed insieme in quella sua potenza che supera quella razionalità, in modo tale da giungere in modo nuovo al nostro pensare ed alla nostra comprensione”

(Benedetto XVI, Luce del Mondo. Il Papa, la Chiesa e i segni dei tempi. Una conversazione con Peter Seewald, Libreria editrice vaticana, Città del Vaticano 2010, 192)

Amore coppia famiglia. Compito formativo della comunità cristiana

Amore coppia famiglia. Compito formativo della comunità cristiana.
Intervento di don Luciano Meddi all’incontro di aggiornamento del clero della diocesi di Termoli-Larino. 6 settembre 2022

 

1.Un pressante invito di papa Francesco
2.Amore coppia famiglia. Chiarimenti
3.La pastorale come compito formativo
4.Progetti, itinerari, competenze, esperienze
5.Organizzazione degli itinerari

 

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Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo

Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo. Intervención vía webinar en el laboratorio “La Iniciación a la vida cristiana en Costa Rica” organizado por la Comisión Nacional de Catequesis, miércoles 20 de julio 2022

1. El tema y las preguntas de método. Introducción.

La Comisión Nacional de Catequesis (CONACAT) y el Centro Nacional de Catequesis (CENACAT) de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, siguiendo las orientaciones pastorales de Aparecida (2007) definen «su misión pastoral de favorecer el encuentro con Jesucristo y la decisión del creyente de caminar en su seguimiento conociendo sus exigencias» para que tome conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo (n. 286).

Son lineamientos que reconocen que el gran problema de la formación cristiana es que «tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable (DA 286). Esto constituye un gran desafío: que cuestiona a fondo la manera como estamos educando en la fe y como estamos alimentando la vivencia cristiana; un desafío que debemos afrontar con decisión, con valentía y creatividad… (DA 287)». Por lo que quieres lograr que

«La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana, sino más bien un itinerario catequético permanente (DA 298)». Y en esto sentido el Cenac «hace suya la llamada a una renovación eclesial desde una acción catequética comprendida como un auténtico proceso de iniciación a la fe».

La invitación recibida destaca algunos temas básicos que están bien descritos en DC 2020 en los nn. 66-74 y que se refieren a la primer anuncio, iniciación y formación permanente a la vida cristiana. Este modelo organizativo se denomina “proceso de evangelización”; la expresión, aunque antigua, es formalmente reciente y se refiere al Directorio anterior (DGC 1997), que a su vez se refiere al uso amplio del término evangelización introducido por Evangelii nuntianti. De hecho, la exhortación apostólica de Pablo VI usa el término en dos sentidos: evangelización como contenido y fin de la misión eclesial (en tal sentido es la nueva forma de hablar de mision) y evangelización como acción (hoy hablamos de primer anuncio).

Los fundamentos teológicos de esta proposición están indicados en la Primera Parte de el Directorio que tiene por título: la catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por lo tanto, será necesario aclarar el concepto de misión.

Para contribuir al laboratorio, me hice algunas preguntas.

La primera es cómo puedo contribuir a la reflexión. De hecho, mi reflexión proviene de un contexto diferente al de Costa Rica; el contexto europeo. También es cierto que mi encargo docente en la Pontificia Universidad Urbaniana me permite tener algún conocimiento a nivel de la misión de la Iglesia universal. Puedo por tanto participar en su investigación desde el punto de vista de la reflexión misionológica, partiendo de las dificultades que ha venido teniendo la misión evangelizadora en Europa en el último siglo y creyendo que algunas de estas dificultades son similares en el contexto de la Iglesia costarricense.

Una segunda se refiere al propósito de la reflexión. ¿Por qué evangelizar? En este contexto podemos tener dos enfoques fundamentales. En el primero, la respuesta se centra en la cuestión metodológica. Dado que la evangelización pasa por algunos problemas, algunos retrasos, algunos bloqueos, estos desafían la misión eclesial. En consecuencia, la reflexión se centrará en las metodologías para superar estos bloqueos. Esta visión dio lugar a la preciosa metodología de ver-juzgar-actuar. Este enfoque se refiere principalmente a la interpretación socio-pastoral de los signos de los tiempos y, con diferentes enfoques, constituyó el núcleo de las dos temporadas misioneras anteriores a la actual: la catequesis evangelizadora y la temporada de la nueva evangelización.

Sin embargo, se ha desarrollado gradualmente un segundo enfoque fundamental. Se refiere a la intuición de que las dificultades actuales de la evangelización ponen de manifiesto ante todo la necesidad de una nueva etapa de la evangelización misma; exigen el nacimiento de nuevas encarnaciones o formas de vida cristiana y de cristianismo. En este contexto no se trata principalmente de encontrar respuestas a los desafíos misioneros, sino de elaborar nuevas formas de cristianismo en la teoría y en la práctica. Desde este punto de vista, la labor principal del discernimiento pastoral será la de comprender en profundidad el núcleo y las motivaciones de la acción misionera y evangelizadora. Esta es una perspectiva más teológica que la anterior que incluye una lectura teológica de los signos de los tiempos. Evidentemente estas dos perspectivas tienen puntos de contacto, ya que la naturaleza misionera de la Iglesia es la tarea principal de la misión y el anuncio del Evangelio. Aquí encontramos las citas fundamentales de la visión misionológica de GS en los nn. 4.11.44! Tenga en cuenta que, antes del Directorio 2022, este enfoque no estaba presente, ¡limitándose solo al texto de GS 4!

Estas premisas nos permiten orientar también la cuestión metodológica. Para dar respuesta a la pregunta fundamental “cuál evangelizar hoy”, será necesaria una metodología que quiera replantear en términos teológicos más adecuados tanto la lectura de la situación, como los criterios con los que entender la situación; para identificar los elementos prácticos más adecuados. Estos serán pues los tres pasos fundamentales de mi reflexión.

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1. El tema y las preguntas de método. Introducción.
2. Evangelizar, tarea y naturaleza de la Iglesia
La evolución de la terminología: predicación, misión, evangelización, nueva evangelización, evangelización nueva
Las cinco evoluciones de la misión conciliar
Teología y antropología de la evangelización
Elementos y criterios teologico-pastoral de la evangelización
3. Evangelizar (la cultura de) el tiempo
4. Convertir (integrar y renovar) los caminos de la evangelización
El primado pastoral de el testimonio (AG 11-12, GS)
La búsqueda conjunta de la humanización (GS)
El diálogo (ES 1964; AG 6; DeA 1991)
El anuncio del amor de Dios (AG 13; GS 22)
La formación de los bautizados (AG 15; EN 44; EG 163-173)
La iniciación cristiana de las nuevas generaciones (AG 14)
5. Nuevas narrativas para el primer anuncio
6. La conversión misionera de las prácticas pastorales
Referencias

Catechetica: Errata Corrige

ERRATA CORRIGE
p. 61, n. 25 = A. Fossion, La catéchèse dans le champ de la communication. Ses enjeux pour l’inculturation de la foi, Du Cerf, Paris 1990, cc. 5 e 13.
p. 62, n. 28 = H. Derroitte, Une catéchèse dans la mission de l’Église, in H. Derroitte (sous la direction), Théologie, mission et catéchèse, Novalis-Lumen Vitae, Bruxelles 2002, 191- 213.
p.101, n. 9 = «Orientamenti conclusivi» degli Atti del II Congresso Catechistico Internazionale di Roma, [erroneamente attribuiti a J. Colomb].
p. 121 nn.17-19 =J. Alfaro, Atteggiamenti fondamentali dell’esistenza cristiana, J. Alfaro Cristologia e antropologia. Temi teologici attuali, Cittadella, Città di Castello 1973, 541; 521; 542-543

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