Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo

Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo. Intervención vía webinar en el laboratorio “La Iniciación a la vida cristiana en Costa Rica” organizado por la Comisión Nacional de Catequesis, miércoles 20 de julio 2022

1. El tema y las preguntas de método. Introducción.

La Comisión Nacional de Catequesis (CONACAT) y el Centro Nacional de Catequesis (CENACAT) de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, siguiendo las orientaciones pastorales de Aparecida (2007) definen «su misión pastoral de favorecer el encuentro con Jesucristo y la decisión del creyente de caminar en su seguimiento conociendo sus exigencias» para que tome conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo (n. 286).

Son lineamientos que reconocen que el gran problema de la formación cristiana es que «tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable (DA 286). Esto constituye un gran desafío: que cuestiona a fondo la manera como estamos educando en la fe y como estamos alimentando la vivencia cristiana; un desafío que debemos afrontar con decisión, con valentía y creatividad… (DA 287)». Por lo que quieres lograr que

«La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana, sino más bien un itinerario catequético permanente (DA 298)». Y en esto sentido el Cenac «hace suya la llamada a una renovación eclesial desde una acción catequética comprendida como un auténtico proceso de iniciación a la fe».

La invitación recibida destaca algunos temas básicos que están bien descritos en DC 2020 en los nn. 66-74 y que se refieren a la primer anuncio, iniciación y formación permanente a la vida cristiana. Este modelo organizativo se denomina “proceso de evangelización”; la expresión, aunque antigua, es formalmente reciente y se refiere al Directorio anterior (DGC 1997), que a su vez se refiere al uso amplio del término evangelización introducido por Evangelii nuntianti. De hecho, la exhortación apostólica de Pablo VI usa el término en dos sentidos: evangelización como contenido y fin de la misión eclesial (en tal sentido es la nueva forma de hablar de mision) y evangelización como acción (hoy hablamos de primer anuncio).

Los fundamentos teológicos de esta proposición están indicados en la Primera Parte de el Directorio que tiene por título: la catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por lo tanto, será necesario aclarar el concepto de misión.

Para contribuir al laboratorio, me hice algunas preguntas.

La primera es cómo puedo contribuir a la reflexión. De hecho, mi reflexión proviene de un contexto diferente al de Costa Rica; el contexto europeo. También es cierto que mi encargo docente en la Pontificia Universidad Urbaniana me permite tener algún conocimiento a nivel de la misión de la Iglesia universal. Puedo por tanto participar en su investigación desde el punto de vista de la reflexión misionológica, partiendo de las dificultades que ha venido teniendo la misión evangelizadora en Europa en el último siglo y creyendo que algunas de estas dificultades son similares en el contexto de la Iglesia costarricense.

Una segunda se refiere al propósito de la reflexión. ¿Por qué evangelizar? En este contexto podemos tener dos enfoques fundamentales. En el primero, la respuesta se centra en la cuestión metodológica. Dado que la evangelización pasa por algunos problemas, algunos retrasos, algunos bloqueos, estos desafían la misión eclesial. En consecuencia, la reflexión se centrará en las metodologías para superar estos bloqueos. Esta visión dio lugar a la preciosa metodología de ver-juzgar-actuar. Este enfoque se refiere principalmente a la interpretación socio-pastoral de los signos de los tiempos y, con diferentes enfoques, constituyó el núcleo de las dos temporadas misioneras anteriores a la actual: la catequesis evangelizadora y la temporada de la nueva evangelización.

Sin embargo, se ha desarrollado gradualmente un segundo enfoque fundamental. Se refiere a la intuición de que las dificultades actuales de la evangelización ponen de manifiesto ante todo la necesidad de una nueva etapa de la evangelización misma; exigen el nacimiento de nuevas encarnaciones o formas de vida cristiana y de cristianismo. En este contexto no se trata principalmente de encontrar respuestas a los desafíos misioneros, sino de elaborar nuevas formas de cristianismo en la teoría y en la práctica. Desde este punto de vista, la labor principal del discernimiento pastoral será la de comprender en profundidad el núcleo y las motivaciones de la acción misionera y evangelizadora. Esta es una perspectiva más teológica que la anterior que incluye una lectura teológica de los signos de los tiempos. Evidentemente estas dos perspectivas tienen puntos de contacto, ya que la naturaleza misionera de la Iglesia es la tarea principal de la misión y el anuncio del Evangelio. Aquí encontramos las citas fundamentales de la visión misionológica de GS en los nn. 4.11.44! Tenga en cuenta que, antes del Directorio 2022, este enfoque no estaba presente, ¡limitándose solo al texto de GS 4!

Estas premisas nos permiten orientar también la cuestión metodológica. Para dar respuesta a la pregunta fundamental “cuál evangelizar hoy”, será necesaria una metodología que quiera replantear en términos teológicos más adecuados tanto la lectura de la situación, como los criterios con los que entender la situación; para identificar los elementos prácticos más adecuados. Estos serán pues los tres pasos fundamentales de mi reflexión.

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1. El tema y las preguntas de método. Introducción.
2. Evangelizar, tarea y naturaleza de la Iglesia
La evolución de la terminología: predicación, misión, evangelización, nueva evangelización, evangelización nueva
Las cinco evoluciones de la misión conciliar
Teología y antropología de la evangelización
Elementos y criterios teologico-pastoral de la evangelización
3. Evangelizar (la cultura de) el tiempo
4. Convertir (integrar y renovar) los caminos de la evangelización
El primado pastoral de el testimonio (AG 11-12, GS)
La búsqueda conjunta de la humanización (GS)
El diálogo (ES 1964; AG 6; DeA 1991)
El anuncio del amor de Dios (AG 13; GS 22)
La formación de los bautizados (AG 15; EN 44; EG 163-173)
La iniciación cristiana de las nuevas generaciones (AG 14)
5. Nuevas narrativas para el primer anuncio
6. La conversión misionera de las prácticas pastorales
Referencias

Catechetica: Errata Corrige

ERRATA CORRIGE
p. 61, n. 25 = A. Fossion, La catéchèse dans le champ de la communication. Ses enjeux pour l’inculturation de la foi, Du Cerf, Paris 1990, cc. 5 e 13.
p. 62, n. 28 = H. Derroitte, Une catéchèse dans la mission de l’Église, in H. Derroitte (sous la direction), Théologie, mission et catéchèse, Novalis-Lumen Vitae, Bruxelles 2002, 191- 213.
p.101, n. 9 = «Orientamenti conclusivi» degli Atti del II Congresso Catechistico Internazionale di Roma, [erroneamente attribuiti a J. Colomb].
p. 121 nn.17-19 =J. Alfaro, Atteggiamenti fondamentali dell’esistenza cristiana, J. Alfaro Cristologia e antropologia. Temi teologici attuali, Cittadella, Città di Castello 1973, 541; 521; 542-543

Catechetica in prospettiva antropologico-spirituale

E’ in libreria il mio ultimo “Catechetica” (EDB, Bologna 2022) dedicato al ripensamento della catechesi come annuncio e accompagnamento della risposta di fede. 

Per tutto il XX secolo la catechesi e la sua riflessione scientifica – la catechetica – hanno ricercato le vie più adatte per collaborare alla conversione missionaria. Una conversione richiesta dall’evidente trasformazione del ruolo della religione nelle culture contemporanee, soprattutto in Europa. Di conseguenza anche la formazione cristiana è stata invitata a rinnovarsi nel metodo, nell’annuncio, nella relazione con le culture, nel processo di proposta e iniziazione cristiana.

 

 

Il Concilio Vaticano II ne ha sollecitato diversi approfondimenti, che riguardano l’educazione dei cristiani, l’annuncio permanente della fede, l’accompagnamento della sua maturità, l’inserimento vivo dei battezzati nella Chiesa. Questi approfondimenti hanno seguito le diverse stagioni della receptio conciliare.

Dapprima si è proposta la catechesi evangelizzatrice, con lo scopo di dare nuovo alimento alla tradizione e alla vita di fede delle comunità cristiane; successivamente si è preferito un impianto missionario finalizzato a dare sostegno alla nuova evangelizzazione, per rafforzare la domanda di sacramento. Oggi si è alla ricerca di una visione che si concentri soprattutto sui processi interiori e spirituali della persona a cui si rivolge il messaggio cristiano.  

Meddi L., Catechetica, EDB, Bologna 2022

ERRATA CORRIGE
p. 61, n. 25 = A. Fossion, La catéchèse dans le champ de la communication. Ses enjeux pour l’inculturation de la foi, Du Cerf, Paris 1990, cc. 5 e 13. 
p. 62, n. 28 = H. Derroitte, Une catéchèse dans la mission de l’Église, in H. Derroitte (sous la direction), Théologie, mission et catéchèse, Novalis-Lumen Vitae, Bruxelles 2002, 191- 213.
p.101, n. 9 = «Orientamenti conclusivi» degli Atti del II Congresso Catechistico Internazionale di Roma, [erroneamente attribuiti a J. Colomb].
p. 121 nn.17-19 =J. Alfaro, Atteggiamenti fondamentali dell’esistenza cristiana, J. Alfaro Cristologia e antropologia. Temi teologici attuali, Cittadella, Città di Castello 1973, 541; 521; 542-543

Servire lo Spirito che agisce nel mondo verso il suo compimento, compito della missione

Un doveroso e riconoscente “grazie” a don Carlo per la sua ultima riflessione, vera sintesi del suo lungo pensiero teologico: C. Molari, Il cammino spirituale del cristiano. La sequela di Cristo nel nuovo orizzonte planetario, Gabrielli Editore, San Pietro in Cariano 2020.

Ecco una sintesi del volume (550 pagg!) curata dell’editore:

Il libro si compone di cinque Parti. Ciascuna tratta e circoscrive un tema, e può essere letta in autonomia. Numerosi riferimenti incrociati a piè pagina consentono i collegamenti.

PARTE PRIMA – L’ESERCIZIO INTERIORE
A differenza delle altre dimensioni antropologiche – fisica, biologica e, in parte, psichica – la dimensione spirituale non si sviluppa autonomamente, lasciata a se stessa, ma deve essere acquisita attraverso un lavoro interiore che parte dalla consapevolezza della dipendenza e dall’apertura a un Principio altro da noi e più grande di noi, ma che è presente e operante in noi, e dal quale sentiamo dipendere il nostro compimento di esseri umani al quale siamo chiamati. Crescere nella vita spirituale significa diventare capaci di nuove forme di relazione con noi stessi e con gli altri; il che avviene per una reale modificazione delle strutture cerebrali indotte in noi dai primi stadi della nostra infanzia, e il cui sviluppo oggi le neuroscienze riescono a rilevare con chiarezza. Lo sviluppo della vita spirituale è un’esigenza di ogni persona, credente o meno, cristiano o di altra fede, che identifichi il Principio a cui orientare la propria vita come Dio o come un principio di Giustizia, o come la Vita stessa. In ogni caso, per tutti, un cammino di crescita nella nostra umanità nel quale realmente diventiamo ambiti di vita nuova, nuova capacità di bene, giustizia e verità. Quella cristiana è una delle forme di spiritualità che l’umanità ha sviluppato nell’ambito delle sue diverse tradizioni culturali e religiose, e tutte sono chiamate a concorrere al cammino verso quel grado di maturità oggi richiesta dalle sfide decisive che sul pianeta devono essere affrontate. È un lavoro che può avvenire solo a livello individuale, nel silenzio, attraverso il controllo delle proprie dinamiche interiori, e che fiorisce e si alimenta nelle relazioni interpersonali, comunitarie e poi globali. Per il cristiano è la via della preghiera; per tutti la via verso quel traguardo che, con la morte, porterà il nostro spirito a fiorire e aprirsi a una nuova, vera dimensione di vita.

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