Category Archives: pastorale missionaria
Ministeri al servizio di una chiesa missionaria. Prospettive e orientamenti
Intervento a Milano, sabato 16 settembre 2023
Gli avvenimenti recenti legati alla situazione di pandemia con la chiusura simbolica delle chiese non devono far desiderare una pastorale di ritorno indietro (indietrismo[1]), ma una pastorale del futuro, inculturata nella nuova situazione religiosa e capace di assumere i valori autentici della cultura contemporanea. Tali avvenimenti, infatti, hanno soltanto accelerato il «cambio di paradigma, anzi – mi permetto di dire – verso “una coraggiosa rivoluzione culturale”» che papa Francesco ci chiede (VG, 2018, n. 3). Siamo in un tempo di nuova gestazione e nuova opportunità (chance) per il Vangelo. Con la cultura compresa come alleata e non nemica.
Questo vale anche e soprattutto per il presente contributo che ha come scopo di aiutare il ripensamento della ministerialità della chiesa a partire dalla sua natura missionaria (AG 2). Il suo ripensamento non si può limitare alla spiritualità o alla formazione dei ministeri dei laici perché la ministerialità si collega sempre con la comprensione del compito missionario ecclesiale in un tempo. Per sviluppare il tema occorre indagare, quindi, sia l’espressione chiesa missionaria, sia il termine ministero/ministerialità. Avremo bisogno di far intrecciare continuamente l’idea di missione (§ 1), la riconfigurazione della comunità e ministerialità ecclesiale (§ 2) e la declinazione dei ministeri necessari (§ 3)[2].
[1] Francesco: «Stiamo però attenti: sia il progressismo che si accoda al mondo, sia il tradizionalismo – o l’ “indietrismo” – che rimpiange un mondo passato, non sono prove d’amore, ma di infedeltà»; cf. Omelia nel 60° anniversario dell’inizio del Concilio Ecumenico Vaticano II, 11 ottobre 2022, n. 1.
[2] Come introduzione generale si può vedere L. Meddi, Ridisegnare la ministerialità. Compito sinodale, «Urbaniana University Journal» 76 (2023) 1, 83-108; per lo sviluppo dei documenti sui ministeri battesimali si veda in questa pubblicazione P. Carrara, La dinamica ministeriale e le sue forme istituite, in F. Vanotti (a cura di), Una Chiesa in cambiamento: Le diocesi lombarde in cammino verso i ministeri istituiti, Centro Ambrosiano, Milano 2023, 19-37
Introduzione 39
1. Dio sempre in missione! Prospettive del Vaticano II 40
2. La conversione missionaria della pastorale 44
2.1 La collocazione del cristianesimo nella
cultura contemporanea 44
2.2 Ridisegnare la comunità come luogo per assaporare
e sperimentare il Vangelo 47
2.3 La carismaticità contenuto della ministerialità 49
3. Prospettive di rinnovamento ministeriale in Italia 50
3.1 Solo tre ministeri battesimali? 51
3.2 Futuri animatori di comunità? 55
3.3 La comunità ministeriale 57
4. L’impegno futuro 57
Amore coppia famiglia. Compito formativo della comunità cristiana
Amore coppia famiglia. Compito formativo della comunità cristiana.
Intervento di don Luciano Meddi all’incontro di aggiornamento del clero della diocesi di Termoli-Larino. 6 settembre 2022
1.Un pressante invito di papa Francesco
2.Amore coppia famiglia. Chiarimenti
3.La pastorale come compito formativo
4.Progetti, itinerari, competenze, esperienze
5.Organizzazione degli itinerari
video
Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo
Evangelizar para/en y traves de nuestro tiempo. Intervención vía webinar en el laboratorio “La Iniciación a la vida cristiana en Costa Rica” organizado por la Comisión Nacional de Catequesis, miércoles 20 de julio 2022
1. El tema y las preguntas de método. Introducción.
La Comisión Nacional de Catequesis (CONACAT) y el Centro Nacional de Catequesis (CENACAT) de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, siguiendo las orientaciones pastorales de Aparecida (2007) definen «su misión pastoral de favorecer el encuentro con Jesucristo y la decisión del creyente de caminar en su seguimiento conociendo sus exigencias» para que tome conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo (n. 286).
Son lineamientos que reconocen que el gran problema de la formación cristiana es que «tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable (DA 286). Esto constituye un gran desafío: que cuestiona a fondo la manera como estamos educando en la fe y como estamos alimentando la vivencia cristiana; un desafío que debemos afrontar con decisión, con valentía y creatividad… (DA 287)». Por lo que quieres lograr que
«La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana, sino más bien un itinerario catequético permanente (DA 298)». Y en esto sentido el Cenac «hace suya la llamada a una renovación eclesial desde una acción catequética comprendida como un auténtico proceso de iniciación a la fe».
La invitación recibida destaca algunos temas básicos que están bien descritos en DC 2020 en los nn. 66-74 y que se refieren a la primer anuncio, iniciación y formación permanente a la vida cristiana. Este modelo organizativo se denomina “proceso de evangelización”; la expresión, aunque antigua, es formalmente reciente y se refiere al Directorio anterior (DGC 1997), que a su vez se refiere al uso amplio del término evangelización introducido por Evangelii nuntianti. De hecho, la exhortación apostólica de Pablo VI usa el término en dos sentidos: evangelización como contenido y fin de la misión eclesial (en tal sentido es la nueva forma de hablar de mision) y evangelización como acción (hoy hablamos de primer anuncio).
Los fundamentos teológicos de esta proposición están indicados en la Primera Parte de el Directorio que tiene por título: la catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por lo tanto, será necesario aclarar el concepto de misión.
Para contribuir al laboratorio, me hice algunas preguntas.
La primera es cómo puedo contribuir a la reflexión. De hecho, mi reflexión proviene de un contexto diferente al de Costa Rica; el contexto europeo. También es cierto que mi encargo docente en la Pontificia Universidad Urbaniana me permite tener algún conocimiento a nivel de la misión de la Iglesia universal. Puedo por tanto participar en su investigación desde el punto de vista de la reflexión misionológica, partiendo de las dificultades que ha venido teniendo la misión evangelizadora en Europa en el último siglo y creyendo que algunas de estas dificultades son similares en el contexto de la Iglesia costarricense.
Una segunda se refiere al propósito de la reflexión. ¿Por qué evangelizar? En este contexto podemos tener dos enfoques fundamentales. En el primero, la respuesta se centra en la cuestión metodológica. Dado que la evangelización pasa por algunos problemas, algunos retrasos, algunos bloqueos, estos desafían la misión eclesial. En consecuencia, la reflexión se centrará en las metodologías para superar estos bloqueos. Esta visión dio lugar a la preciosa metodología de ver-juzgar-actuar. Este enfoque se refiere principalmente a la interpretación socio-pastoral de los signos de los tiempos y, con diferentes enfoques, constituyó el núcleo de las dos temporadas misioneras anteriores a la actual: la catequesis evangelizadora y la temporada de la nueva evangelización.
Sin embargo, se ha desarrollado gradualmente un segundo enfoque fundamental. Se refiere a la intuición de que las dificultades actuales de la evangelización ponen de manifiesto ante todo la necesidad de una nueva etapa de la evangelización misma; exigen el nacimiento de nuevas encarnaciones o formas de vida cristiana y de cristianismo. En este contexto no se trata principalmente de encontrar respuestas a los desafíos misioneros, sino de elaborar nuevas formas de cristianismo en la teoría y en la práctica. Desde este punto de vista, la labor principal del discernimiento pastoral será la de comprender en profundidad el núcleo y las motivaciones de la acción misionera y evangelizadora. Esta es una perspectiva más teológica que la anterior que incluye una lectura teológica de los signos de los tiempos. Evidentemente estas dos perspectivas tienen puntos de contacto, ya que la naturaleza misionera de la Iglesia es la tarea principal de la misión y el anuncio del Evangelio. Aquí encontramos las citas fundamentales de la visión misionológica de GS en los nn. 4.11.44! Tenga en cuenta que, antes del Directorio 2022, este enfoque no estaba presente, ¡limitándose solo al texto de GS 4!
Estas premisas nos permiten orientar también la cuestión metodológica. Para dar respuesta a la pregunta fundamental “cuál evangelizar hoy”, será necesaria una metodología que quiera replantear en términos teológicos más adecuados tanto la lectura de la situación, como los criterios con los que entender la situación; para identificar los elementos prácticos más adecuados. Estos serán pues los tres pasos fundamentales de mi reflexión.
1. El tema y las preguntas de método. Introducción.
2. Evangelizar, tarea y naturaleza de la Iglesia
La evolución de la terminología: predicación, misión, evangelización, nueva evangelización, evangelización nueva
Las cinco evoluciones de la misión conciliar
Teología y antropología de la evangelización
Elementos y criterios teologico-pastoral de la evangelización
3. Evangelizar (la cultura de) el tiempo
4. Convertir (integrar y renovar) los caminos de la evangelización
El primado pastoral de el testimonio (AG 11-12, GS)
La búsqueda conjunta de la humanización (GS)
El diálogo (ES 1964; AG 6; DeA 1991)
El anuncio del amor de Dios (AG 13; GS 22)
La formación de los bautizados (AG 15; EN 44; EG 163-173)
La iniciación cristiana de las nuevas generaciones (AG 14)
5. Nuevas narrativas para el primer anuncio
6. La conversión misionera de las prácticas pastorales
Referencias
Servire lo Spirito che agisce nel mondo verso il suo compimento, compito della missione

Un doveroso e riconoscente “grazie” a don Carlo per la sua ultima riflessione, vera sintesi del suo lungo pensiero teologico: C. Molari, Il cammino spirituale del cristiano. La sequela di Cristo nel nuovo orizzonte planetario, Gabrielli Editore, San Pietro in Cariano 2020.
Ecco una sintesi del volume (550 pagg!) curata dell’editore:
Il libro si compone di cinque Parti. Ciascuna tratta e circoscrive un tema, e può essere letta in autonomia. Numerosi riferimenti incrociati a piè pagina consentono i collegamenti.
PARTE PRIMA – L’ESERCIZIO INTERIORE
A differenza delle altre dimensioni antropologiche – fisica, biologica e, in parte, psichica – la dimensione spirituale non si sviluppa autonomamente, lasciata a se stessa, ma deve essere acquisita attraverso un lavoro interiore che parte dalla consapevolezza della dipendenza e dall’apertura a un Principio altro da noi e più grande di noi, ma che è presente e operante in noi, e dal quale sentiamo dipendere il nostro compimento di esseri umani al quale siamo chiamati. Crescere nella vita spirituale significa diventare capaci di nuove forme di relazione con noi stessi e con gli altri; il che avviene per una reale modificazione delle strutture cerebrali indotte in noi dai primi stadi della nostra infanzia, e il cui sviluppo oggi le neuroscienze riescono a rilevare con chiarezza. Lo sviluppo della vita spirituale è un’esigenza di ogni persona, credente o meno, cristiano o di altra fede, che identifichi il Principio a cui orientare la propria vita come Dio o come un principio di Giustizia, o come la Vita stessa. In ogni caso, per tutti, un cammino di crescita nella nostra umanità nel quale realmente diventiamo ambiti di vita nuova, nuova capacità di bene, giustizia e verità. Quella cristiana è una delle forme di spiritualità che l’umanità ha sviluppato nell’ambito delle sue diverse tradizioni culturali e religiose, e tutte sono chiamate a concorrere al cammino verso quel grado di maturità oggi richiesta dalle sfide decisive che sul pianeta devono essere affrontate. È un lavoro che può avvenire solo a livello individuale, nel silenzio, attraverso il controllo delle proprie dinamiche interiori, e che fiorisce e si alimenta nelle relazioni interpersonali, comunitarie e poi globali. Per il cristiano è la via della preghiera; per tutti la via verso quel traguardo che, con la morte, porterà il nostro spirito a fiorire e aprirsi a una nuova, vera dimensione di vita.